La planificación de esta temporada 17-18 que va avanzando
poco a poco, nos llevaba a la pedanía jerezana de Nueva Jarilla lugar en el
que, personalmente, nunca había competido ni siquiera estado.
Para tal evento, fui acompañado de los grandes Luis Parodi,
José Antonio Armida y Paco Pepe, atletas que reúnen tanto muchos kms en sus
piernas como anécdotas y vivencias de las carreras disputadas.
La mañana se levanta calurosa tras retirar dorsal y camiseta,
me dispongo a calentar y me encuentro, casi al final del mismo, al gran Raúl
Coca para hacer juntos los últimos minutos con la intención de poner “las patas”
lo mejor posible para lo que se nos venía encima.
Lección aprendida. Esta vez, tras charlar con mi entrenador,
acordamos llevar una táctica de carrera de menos a más, no podía consentir de nuevo
pudiéndose evitar, llegar “muerto” como llegué en Guadalcacin por pasarme de
rosca. Salida rápida veo a Raúl y nos ponemos juntos, mano a mano, a tirar.
Marcamos el primer km a 3.30. Hacemos un buen tándem donde lo veo bastante
cómo(a decir verdad, iba incluso, mejor que yo) vamos adelantando a algunos
atletas, alguno que otro nos pasa pero los dejamos a tiro de piedra que aún
quedaba mucha tela por cortar.
Cuando hablaba en el título de este post de que esta carrera
se acercaba más a un cross que a una popular al uso, era totalmente cierto.
Prácticamente el 80% de la prueba discurría por carriles no exentos de
peligro(piedras en el camino, boquetes, dos cuestas en otros tantos puentes…)
todo esto aumentaba la exigencia y nos hacía estar atentos tanto a los ritmos
como al piso para evitar posibles tropiezos y/o torceduras.
Seguimos Raúl y yo a ritmos en torno a 3.40-3.42, muy
cómodos pero, aproximadamente en el km 4, me comenta que siente fatiga, que
tire que no lleva buenas sensaciones. Le comento que me siento algo
deshidratado, que espere al avituallamiento para seguir la progresión que
llevábamos, opción que declina y empiezo a tirar sólo para afrontar los 4 kms y
pico que faltaban para poner nuestros pies en meta. Una lástima lo de Raúl,
creo que si ese avituallamiento hubiera llegado unos metros antes, seguro
llegamos a meta juntos.
Una vez me fui, me vi con buenas piernas y pronto contacté
con un grupo de 3 atletas que llevaba delante. Probé a tirar de este grupo para
ver si el ritmo me convencía, pero veo que puedo estancarme y decido dejarlos para seguir tirando y ver
hasta dónde puedo llegar. Corriendo con mucha cabeza, sin volverme loco, voy
acercándome a varios atletas que estaban pagando quizás un comienzo fulgurante
de carrera. Sobre el km 6 que lo marco a 3.38, tengo un momento de debilidad en
el que por unos segundos, las piernas no me responden como quiero pero no me
pongo nervioso, sigo tirando lo más fuerte que puedo consciente de que queda
poco y sigo adelantando a algunos atletas que me precedían. Veo que al paso del
km 7 lo marco a 3.49, se me ha ido pero no bajo los brazos, más bien al
contrario, siento que es el momento de echar el resto, vaciarme. Empiezo a
apretar los dientes aprovechando que llegamos, por fin, a una zona asfaltada
donde es más cómodo correr. Llego al km 8 a 3.34 veo al gran Fali Rivero del
Carmona Páez con ganas de pararse a pocos metros de meta, le animo a que siga
que queda nada no merecía la pena haber llegado hasta ahí para poder parar. Da
el último sprint y voy detrás de él marcando los 475 metros últimos a ritmo de
3.33. Finalmente, marco en meta un tiempo de 30.57 de los 8.475 mts que, según
mi Garmin, tenía la prueba lo que da un ritmo de 3.39 min/km. Puesto 13/150 de
la general y 9/46 de mi categoría. Consciente de que la maquinaria aún no está
al 100%, que me falta punta de velocidad…pero vamos dando pequeños pasos con el
objetivo de ir creciendo cada carrera y lograr de esta temporada 2017-2018, la
mejor de las que llevo compitiendo. Que así sea, así será.
PD: Os dejo algunas fotos del evento de Nueva Jarilla
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