miércoles, 29 de noviembre de 2017

Media Maratón Córdoba: Todo se paga, el cuerpo es la máquina más sabia y perfecta


Llegaba esta prueba muy esperada por mí semanas atrás pero, conforme se iba acercando la fecha, circunstancias varias hacían de esta prueba una auténtica aventura.
Por circunstancias que no vienen al caso, hasta el mismo viernes 24, no estaba para nada segura mi participación en la carrera, haber tenido dos semanas donde los quebraderos de cabeza, entrenos en los que las sensaciones no eran del todo buenas, una molestia en el isquio, pocas horas de sueño…muchos condicionantes para completar con éxito una prueba en la que llevaba el objetivo de hacer mi MMP en la distancia.

Acompañado del gran Nacho Limón, vivimos una jornada pe-competición de gran categoría: victoria del Cádiz, retirada del dorsal, cena de la pasta, risas y buenos momentos… las molestias en el isquio brillaron por su ausencia así que ello, me hacía ser optimista para tener una satisfacción al cruzar el Puente Romano(lugar donde estaba situada la meta)

Tras pasar un fresquito considerable por la mañana y encontrarnos al gran Pablo Escolano(carreron que te marcaste máquina 😉 )  nos dirigimos a la línea de salida para calentar algo, ver los cajones de salida a los amigos del club(Manuel y Raúl) fotito de rigor y cada uno a su cajón.
Tenía hablado con Pablo, hacer la carrera lo máximo que pudiera junto a él y Fali(enhorabuena por tu gran carrera tb) era consciente de que tenían un puntito más que yo pero por intentarlo no iba a ser desde luego.

Una vez pasados los típicos empujones y codazos de las carreras masificadas, nos pusimos a ritmo y todo parecía ir bien, me notaba muy fácil pero no quería petar así que, en el km 2, me alejo un poco de Pablo y Fali para seguir con los chiclaneros Diego, Ramón y del compi de Pablo, tb Diego de nombre. Veo que en esos ritmos(por debajo de 3.50) voy más cómodo pensé que menos al principio sería más al final…

Hasta el km 10, los tenía más o menos a la vista pero ya no iba con tan buenas sensaciones, las zancadas cada vez eran más pesadas pensé que era un mal momento que pasaría hasta que, en el km 12 +/-, sentí que todo me pesaba, las piernas eran dos bloques de cemento, el verme adelantado por muchos corredores que me daban ánimos me hacían hundirme y en mi mente comenzaron a invadirme, por primera vez desde que compito, la idea de la retirada.

Que sensación más mala tener por delante más de 9 kms, no tener ya el objetivo de hacer marca y ver que los kms cada vez pasan más lentos. Sentí que por más que intentaba engancharme a algún grupo, mis piernas dijeron que no, que hoy no era el día, que esa capacidad de sufrimiento, de crecerme en los momentos malos saliendo airoso de ellos, se habían quedado en cualquier lugar de Cádiz, no era el día y ya está.

Cuando Raúl Plazuelo, me dio ánimos, pensé que, aunque fuera arrastrándome, tenía que llegar a meta. Tuve la idea de empezar a mirar para atrás a ver si Nacho Limón podía alcanzarme, al menos, para darle ánimos… y se cumplió!!!
Poco más del km 19 con un ¡Vamos Juanito! Veo a Nacho y como algo instintivo, hago por animarle e irme junto a él, vemos pasar la liebre de 1h30m a lo que le digo literalmente :” tu adelantas hoy a la liebre por coones” me pongo a tirar, me dice que afloje que lo tiene(ser sub 1h30m) y que si no puedo, que me quede. Lo poco que me quedaba dentro, lo tenía que echar en esos dos kms para ayudarle en lo que pudiese. Llegamos al km 20, y no paro de hablarle decirle que lo tiene, que va a llegar, va muy fuerte, con ganas de reventar el reloj y en un primer cambio de ritmo se va solo unos metro. Me rehago y lo acompaño de nuevo hasta que llegamos al puente, zona de la meta y pega un sprint de campeón haciendo como marca 1h29m20 seg vaya tiempazo me alegré mucho de ello. Yo entré unos segundos más tarde con la satisfacción de, al menos, haber sacado la poca fuerza que me quedaba para colaborar en ello.

Una auténtica pena que mi cuerpo no respondiera en una prueba tan esperada para mí pero, sin excusas, mis circunstancias previas a la carrera contribuyeron a no lograr el objetivo. Como datos positivos, a parte de los tiempazos de Raúl y Nacho, saber que pese a ir clavado literalmente pude acabar, saqué fuerzas de flaqueza en los dos últimos kms, que tengo la marca en las piernas y que con un buen descanso y centrándome en los objetivos llegará.

Hasta la próxima y, tener por seguro, que volveré esta prueba me ha tocado!!







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